Una narración autobiográfica de un chico católico cubano que vive en el barrio judío de Nueva York, en la tercera década del Siglo XX. La ingenuidad del relato que se suma al respeto por "los otros", la unidad del vecindario, el civismo adoptado, y el colorido de una vida dura que culmina en la militancia del autor en movimientos pro derechos humanos hace que la lectura sea recomendable porque será gozosa.
Nota 1. Goy es el gentil, el no-judío
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