Algún chistoso se puso a jugar con las leyes, las constituciones (Nacional, Provincial), con los estatutos municipales, y con la ciudadanía toda, inventando el chiste de los "testimoniales" que es como jugar a las escondidas y a la mancha, todo junto.
Alguno se puso serio, y así fué como Felipe Solá puso y sacó en poco tiempo a su propia esposa de la lista. La decisión de no jugar fué de él, o de ella? O la suegra le dijo que "con la nena no se juega"
Estos juegos electorales dan mayor relevancia a otro truco que linda el border line de la política: los funcionarios elegidos en votación pública que toman licencias atemporales para ocupar cargos ejecutivos que pueden ser transitorios o permanentes. El miembro electo de una institución de gobierno no puede dejar una banca "en suspenso" para acomodar sus asentaderas en otra poltrona y la institución no puede ni debe autorizar tal zafarrancho.
Pero como estamos en la plaza, y jugando a la mancha venenosa, hagamos el Martín Pirulero y cada cual atiende su juego!
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