Allá por los 50, un grupo de primos de mi rama Spivak (mi abuela materna) nos reuníamos en la casa de José (que sacó la foto) para escuchar música clásica grabada en discos de pasta. Hicimos varios ciclos, nos reuníamos todos los viernes, y culminamos este período con un curso sobre los instrumentos de la orquesta clásica. José Spivak tenía una enorme cantidad de discos que puso a disposición de esta "muchachada". Yo soy el cuarto de pié (contando de cualquier lado) Tendría 18 años, José había pasado los 30. Era un "viejo"
Hungry? Eat the Rich: de “indignados” a occupiers
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La recién pasada década que aperturó el siglo XXI, y la actual, serán
probablemente recordadas por las generaciones presentes y sucesivas, entre
otras razo...
Hace 13 años