Cuando parecía que no había más nada, se abrió el telón.
Tras 130 días de conflicto con el campo la Sra. Presidenta aceptó que era un tema para ser tratado por el Legislativo.
Y le fué mal, porque en diputados la ley fué aceptada por unos pocos más que los que la rechazaban, y en el Senado donde el oficialismo el primer día de sesiones tenía 48 miembros leales, la votación se empantanó en 36 votos para cada ala.
Tuvo que desempatar Don Julio Cleto Cobos, VicePresidente aliado, cuya alma no le cabía en el cuerpo, pero supo y pudo decir lo que hacía falta.
Dicen que Cobos puso los huevos. De ahí el título.
Hungry? Eat the Rich: de “indignados” a occupiers
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La recién pasada década que aperturó el siglo XXI, y la actual, serán
probablemente recordadas por las generaciones presentes y sucesivas, entre
otras razo...
Hace 13 años