sábado, 8 de noviembre de 2008

LA HORA DE LOS INTELECTUALES

Los políticos fracasaron por enésima vez. El fracaso, la ineptitud y la incoherencia de nuestros políticos "de raza", los políticos de "paladar negro" han demostrado que para ejercer su oficio son peores que los perros. Ni siquiera tienen olfato para reconocer dónde están los mejores huesos, aquéllos que hay que roer a fondo para alimentar la democracia.

Permitir que la dupla KK siga haciendo negocios que ponen en pañales a Menem y sus secuaces abriendo las puertas para que un funcionario cualquiera pueda manejar un monto de dinero superior al total de los recursos del Banco Central no es estrategia política. Es una traición a los gobernados sean jubilados o nó, hayan aportado a las AFJP o nó, paguen impuestos o vivan en negro como los "contratados" por el Estado que están tan en negro como los cartoneros y cirujas, aunque muchos de los que firmaron contratos porten incluso diplomas universitarios.

Quien escribe llegó a la universidad, pero no egresó con títulos. He conocido tantos diplomados sin cerebro a lo largo de mis 75 años de existencia que no lamento mi curriculum inconcluso. Schubert no terminó la novena sinfonía y sin embargo vive todavía. Blumberg era un hombre de méritos para muchos (no para mí) hasta que fué denunciado por aceptar que la gente le dijera ingeniero sin serlo. Cuando se le cayó el título, se le cayó la inteligencia? Se le acabó el carisma? Si lo siguieron masas no puede creerse que para esas masas el título de ingeniero habilitara al hombre para pedir penas tremendas para delicuentes no calificados y que la carencia del diploma lo llevara al ostracismo político y social.

Mientras tanto, el título de abogada de Cristina Kirchner está sujeto dudas. No se pueden documentar las dudas, pero la Presidente (presidenta no existe en castellano) no ha documentado con certezas su paso hasta el final por la Universidad. Porqué no reaccionan las masas de la misma manera que usaron para denostar a Blumberg? O están esperando otros tiempos para aplicar el escarnio? Y mientras tanto, que?

ACABO DE LLEGAR.

En realidad siempre estoy llegando.
Y cuando Uds. lleguen me encontrarán aquí, o en otra parte pero cerca.
Nunca me detengo, en realidad siempre estoy yendo.
Detenerse es dejar pasar el tiempo, moverse es despertar el tiempo adormecido.
Al fin y al cabo, adormecerse no está tan mal, pero por esas costumbres repetidas y transmitidas desde que los abuelos eran jóvenes, no hay que quedarse dormido.
Salvo cuando te mandaban a dormir, y uno no quería cerrar los ojos. Vale decir, dormirse no está bien, pero no hay que querer no dormirse.
Esto es lo que hace a la vida incomprensible. Casi todo lo que me gusta y divierte si no está prohibido, al menos está mal visto.

Jorge

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