miércoles, 4 de febrero de 2009

La Señora Presidente

" En español existen los participios activos

como derivados verbales.

El participio activo del verbo atacar, es atacante,

el de sufrir, es sufriente,

el de cantar, es cantante,

el de existir, existente.

¿Cuál es el participio activo del verbo ser?

El participio activo del verbo ser, es 'ente'.

El que es, es el ente. Tiene entidad.

Por ese motivo, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad

para ejercer la acción que expresa un verbo,

se agrega al final de su raíz

la terminación 'ente'.

Por lo tanto, a la persona que preside,

se le dice presidente,

no presidenta,

independiente del sexo que tenga.

Se dice capilla ardiente, no ardienta.

Se dice estudiante, no estudianta.

Se dice adolescente, no adolescenta.

Se dice paciente, no pacienta.

Pasa el mensaje a todas las inocentes personas que, correctamente, la llaman 'Presidente'

porque todavía creen que tiene la capacidad para realizar la acción que denota el verbo.


"La presidenta era una estudianta adolescenta,

sufrienta y poco pacienta,

que quería ser eleganta, para que la nombraran representanta y además llegar a ser integranta independienta

de la asamblea constituyenta.

Ahora es la presidenta existenta

en la Argentina.

¡Qué mal suena, Presidenta, política dirigenta,

que se ponga tan violenta con el pobre castellano, para quedarse contenta!"

1 comentario:

  1. Un aplauso para el autor del texto.
    En lenguaje sencillo nos da una clase de idioma español. Sería conveniente que los políticos tomaran nota, en particular la señora "presidenta".

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Tampoco los elogios me harán perder la ecuanimidad.

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ACABO DE LLEGAR.

En realidad siempre estoy llegando.
Y cuando Uds. lleguen me encontrarán aquí, o en otra parte pero cerca.
Nunca me detengo, en realidad siempre estoy yendo.
Detenerse es dejar pasar el tiempo, moverse es despertar el tiempo adormecido.
Al fin y al cabo, adormecerse no está tan mal, pero por esas costumbres repetidas y transmitidas desde que los abuelos eran jóvenes, no hay que quedarse dormido.
Salvo cuando te mandaban a dormir, y uno no quería cerrar los ojos. Vale decir, dormirse no está bien, pero no hay que querer no dormirse.
Esto es lo que hace a la vida incomprensible. Casi todo lo que me gusta y divierte si no está prohibido, al menos está mal visto.

Jorge

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