Muerte del policía en San Isidro
En La Nación de hoy, Jueves 19 de febrero, se lee una Carta de Lector que evidentemente el diario consideró valiosa, como lo entiendo yo, dado que le concedió un espacio que supera el reglamentario.
La amplitud de la descripción del hecho y sus consecuencias considerando como tales hasta la aparición elegante e inútil de los políticos y funcionarios que se presentan cada vez que sospechan que conviene estar para ser vistos ofrece un cuadro que sobre la tragedia del asesinato tiene un marco de aparatosidad alejada del duelo.
Señor Director:
"En el día de ayer hemos asistido a una nueva muerte inútil, esta ves, de un Noble representante del orden. Esto último parece ser el pecado condenatorio.
"Asistimos a muchas pruebas sinceras de dolor, en el lugar de los hechos y en los medios. Pero creo que allí terminó todo, mal que nos pese. Y sí que nos pesa, y muy mal.
"A la misa, en su honor, en Catedral asistió un pueblo compungido y el intendente acompañado por el comisario.
"Bien por estas "autoridades" que hicieron lo que el manual exige. Hay que estar, hay que figurar.
"Mal, muy mal para el resto, para nosotros. Mal por todos quienes asistieron a la misa. Digo mal, porque una ves más con cuatro lágrimas creemos resolver el problema y limpiarnos el alma de culpas cívicas.
"No puedo comprender cómo se les permite a las autoridades explicar estas barbaridades como si fueran periodistas que nos cuentan un nuevo cuento triste. Cómo se les permite solo estar, solo figurar.
"¿Porqué se les permite esta inoperancia? Se los acepta en silencio, y con el silencio se los perdona. Les dejamos que con su pucherito de turno, todo lo limpien.
"¿Para que están donde están? ¿Para dar explicaciones o para cumplir?
"A la esposa, de este mil veces abnegado agente, nadie le avisó que lo asesinarían. Pero recordemos que por esas cosas extrañas de nuestra sociedad, al Señor Intendente sí que le avisaron del posible secuestro de su esposa.
"Perdónenme pero escapa a mi comprensión.
"Nadie, pero nadie, nos dará más de lo que exijamos. Eso es democracia, no solamente la de los discutibles votos periódicos.
"La plata pareciera que nos mueve más. Hace pocos años fuimos a golpear a las puertas de los bancos. Y no donde debíamos, pero fuimos a golpear.
"Por la seguridad, al municipio fuimos casi en " silenciosa y civilizada reunión de vecinos". Y como respuesta inmediata, obtuvimos un robo simultáneo en el mismo lugar donde corrió la sangre del teniente.
"Pero ya está, ya pasó como pasan todas las muertes. Si son "canas" pasa más rápido. No importa que se esclarezca el delito, porque reincidirán, volverán a matar, pasa todos los días y quienes deben modificar eso caminan entre nosotros como si nada.
"La primera explicación que esgrimen todos ellos es la amanerada y sesgada cantinela de los derechos humanos. Les aceptamos que nos expliquen lo complicado que es en otros lugares del mundo. Y cuando son interpelados "in extremis", entonces es necesario un culpable, y allí aparece prontamente. Les aceptamos resignados la explicación de la culpabilidad de la policía, coloreada esta, con el peor de los calificativos. Todo vomitado desvergonzadamente por quienes deben resolver el tema. Aceptamos la explicación y yá.
"Nos parece una barbaridad la guerra de Malvinas, pero no vemos que por año mueren en nuestras calles, más del triple de los muertos de esa guerra.
"Un párrafo aparte merece Monseñor Casaretto, quien me parece no comprender que un incendio, primero se apaga y se salvan a las víctimas, dejando para un tiempo más oportuno la discusión sobre el material de la construcción.
"Capitán Garrido, que Dios lo tenga en su gloria, y quizás su último servicio a esta comunidad, que dice quererlo, haya sido desenmascararnos. Demostrándonos que esos políticos, que tanto criticamos, son tan solo emergentes de la sociedad que conformamos y solo hacen lo que les permitimos, y a partir de ese entendimiento, despertarnos.
"Gracias además, porque siendo Usted del calibre que demostró ser, seguramente ya nos perdonó lo que nosotros no debiéramos perdonarnos."
No hay comentarios:
Publicar un comentario
A quienes quieran agregar comentarios les invito a hacerlo de buena fe, en términos correctos y altura intelectual. No discrimino a quienes no piensan como yo.
Tampoco los elogios me harán perder la ecuanimidad.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.