viernes, 13 de febrero de 2009

SANTIAGO KOVADLOFF, filósofo, dicta cátedra sobre el antisemitismo


Kovadloff dicta cátedra. Sabe de lo que habla y piensa seriamente antes de escribir. Cuando "dice" una, conferencia parece un músico improvisando, pero que revela como los viejos maestros del jazz que la improvisación no es azarosa, está basada en una seria serie de pautas sólidamente desarrolladas. Y un manejo increíble del idioma culto y elevado.

El filósofo piensa la vida. El antisemitismo no es filosofía, sino lo contrario al pensamiento y a la vida.

Porqué hay antisemitismo? Porque contra todos los pronósticos los judíos no desaparecieron de la faz de la tierra, como tantos quisieron a lo largo de tantos siglos. Es cierto que los judíos son el Pueblo Elegido por Dios? Si así fuera no hubieran debido sufrir tanto, sería muy alto el precio del premio.

Los judíos debieron desaparecer luego de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalem, en el año 70 de esta era. Era un pueblo religioso que vivía comunitariamente alrededor de sus templos y leyendo su libro. La destrucción de la mente y el corazón de Israel por los romanos produjo la dispersión del pueblo, la diáspora.

Cómo mantuvieron la unidad en la dispersión? Cómo se comunicaban? Cómo transmitían mensajes de fe, de solidaridad. Hoy, sería muy fácil. Pero hace 2000 años no estaban dadas las condiciones materiales para sostener una red comunicacional semejante. Si creyera en Dios, diría que fué un milagro. Pero no, no creo en milagros.

Tantos siglos adorando y temiendo a un solo Dios inventado a imagen y semejanza del hombre, leyendo un solo libro y ciertamente siguiendo estrictamente normas aceptadas sin discusión para el curso de la vida generaron una mecánica de costumbres y tradiciones que no fueron abandonadas, y que fueron clonadas en tantos lugares como habitaron los judíos en su destierro.

Insertos entre extraños, posiblemente su desarrollo intelectual generado por la lectura y discusión permanente de la Torah dió lugar a la aceptación forzada de su presencia en pueblos en los que pocos sabían leer y menos escribir, tareas que en los países de gran religiosidad quedaban en manos del clero.

Si ese monopolio cultural hubiera sido practicado entre los judíos, al desaparecer los viejos rabinos no habría quedado quien diera presencia al pueblo. La cultura comunitaria judía abrió así las puertas de la supervivencia en sociedades hostiles que captaron la conveniencia de la aceptación sin inclusión.

Judíos y musulmanes convivieron en muchas tierras y en muchos tiempos. En la España medieval Córdoba, Granada, Toledo tienen aún las marcas de ambas civilizaciones. La historia española no puede olvidar a sus moros y judíos que jugando papeles distintos en el drama convergían en tiempo y espacio.

Los judíos españoles se dispersaron por Medio Oriente. Llevaban en sus alforjas un bien muy preciado: el idioma español que cuidaron y protegieron y que hoy siguen hablando, con nombre cambiado. Es el ladino, usado por escritores y poetas sefaradíes, y por el pueblo, que no repudió el hebreo que conservó para el templo.

No vuelven los pueblos musulmanes al brillo de sus épocas de conquista, al contrario, Europa descubre sus tesoros que con el correr de los años incopora ese oro negro que nadie sabía que existía. Esclavos de la religión y con muy baja participación cívica desarrollan costumbres y tradiciones muy alejadas del circuito cultural europeo y americano. La Segunda Guerra genera una mayor avidez capitalista por la riqueza energética de los países árabes, cuyos pueblos no conocen la democracia ni aspiran a ella, por lo que son a la vez víctima de los virreyes extranjeros y de sus propios jeques.

La Segunda Guerra trae para los judíos una amenaza: La Solución Final. Hitler concibe un mundo ideal sin judíos, gitanos, homosexuales y otras categorías que según él son dañinos.

Holocausto, 6 millones de muertos. Anda por ahí una versión de que fueron NADA MAS que 2 millones. No nos vamos a pelear por tres o cuatro millones de cadáveres. Yo sé que las listas de asesinados contienen 20 muertos con mi apellido, que no es un apellido común por lo que es detectable que eran todos parientes míos. Todos de Lodz, en Polonia. No me hacen falta millones de muertos: El Holocausto de los Herrendorf,
mis 20 muertos, me alcanza.

Las Naciones Unidas entendieron en 1945 que los judíos que fueron a la antigua Palestina a pelear contra los ingleses que habían incorporado el terrritorio a su Imperio, tal como habían incorporado las Islas Malvinas, esos judíos habían pagado bastante por su derecho a la vida y participación en el mundo civilizado. A los judíos que lucharon por su tierra no los llamaron de una escribanía para decirles que debían firmar el acta de cesión. Esa tierra que nadie reclamó en siglos fué peleada contra los ingleses, palmo a palmo. Y así nace Israel.

Cuando el desierto yermo e inhóspito empieza teñirse de verde, aparecen los vecinos por la ventana. Y así nace la guerra palestino-israelí. Es algo así como si los habitantes de la Villa 31 quisieran ocupar el Sheraton que les queda enfrente.

Este último tramo de la guerra tiene origen en el crecimiento poblacional de Gaza y el cierre de su comunicación con Israel que cerró los pasos fronterizos. Me gustaría saber porqué la prensa internacional no destaca que desde que se cerraron los pasos fronterizos no hubo más ataques suicidas en las ciudades israelíes, ni en sus ómnibus escolares. Sin esos crímenes con seguridad que Israel desbloquearía Gaza, fundamentalmente porque necesita la paz para seguir ganando mercados tecnológicos y médicos en el Mundo entero y mejorar las condiciones de vida de los israelíes y sus vecinos.

Hubo elecciones Parlamentarias en Israel. Hay tres diputados árabes. Uno de ellos es una mujer! Ellos van a abrir el camino del lado Palestino. Nosotros, los judíos que queremos Paz-Shalom-Salam tenemos a Daniel Baremboin y sus amigos.

1 comentario:

  1. Es muy preocupante para la comunidad católica la actitud de cierta jerarquía de la Iglesia Católica, antes y ahora.

    Los que reivindican a Pío XII, bucean incansablemente para encontrar sus actitudes REALES incentivando a los católicos de Europa a frenar la irracionalidad de Hitler, y creo que encuentran muy poco. En mi opinión, es un Papa que pecó por OMISIÓN, aunque le pese a los católicos, por culpa del "indoctrinamiento" al que nos han sometido durante 2000 años a los que seguimos la doctrina católica: que los judíos mataron a Cristo y por lo tanto se merecen...

    Lo que no nos dijeron, por miedo a que se desarme una estructura de poder que lleva varios milenios, es que a Cristo lo matamos entre todos... los CATÓLICOS, como lo hacemos día a día con nuestras actitudes hacia nuestro prójimo, porque todos somos criaturas de un Ser que nos trasciende y que, en definitiva, nos une.

    Los católicos, en general, aceptarán muy a regañadientes el Antiguo Testamento, sobre todo en las cosas que les "duelen", como es el sueño de Jacob en el Génesis, a partir del cual tendríamos que aceptar, no solamente que son el pueblo elegido, sino que Dios les dio, con particular afecto, una tierra propia: Israel.

    En el caso de Ratzinger, creo que fue una elección equivocada, que está trayendo muchos
    dolores de cabeza a toda la Iglesia, jerarquía
    y fieles.

    Recomiendo la lectura del artículo de Elizabetta
    Piqué en el suplemento Enfoques de La Nación de hoy, domingo 15 de febrero de 2009.

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ACABO DE LLEGAR.

En realidad siempre estoy llegando.
Y cuando Uds. lleguen me encontrarán aquí, o en otra parte pero cerca.
Nunca me detengo, en realidad siempre estoy yendo.
Detenerse es dejar pasar el tiempo, moverse es despertar el tiempo adormecido.
Al fin y al cabo, adormecerse no está tan mal, pero por esas costumbres repetidas y transmitidas desde que los abuelos eran jóvenes, no hay que quedarse dormido.
Salvo cuando te mandaban a dormir, y uno no quería cerrar los ojos. Vale decir, dormirse no está bien, pero no hay que querer no dormirse.
Esto es lo que hace a la vida incomprensible. Casi todo lo que me gusta y divierte si no está prohibido, al menos está mal visto.

Jorge

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