lunes, 13 de abril de 2009

El país ve que la Reina está desnuda

De a poco se están cayendo las vestiduras, los ropajes, los tapamugres. Ya hay rumores de renuncia de CFK en los diarios.

Es necesario recordar que tiene un mandato que cumplir, regir desde la Presidencia los destinos de la Patria, como le gusta decir a ella. No hay que pedir la renuncia de CFK.

El que debe alejarse es su marido que no entendió que su tiempo de usurpador podría llevarlo a prisión, por ejercer funciones que no le han sido confiadas por el pueblo, sino simplemente toleradas por su esposa lo que la convierte en cómplice necesario en su campaña de manoseo, uso y abuso de poderes que la Constitución no les ha otorgado.

Todo lo que hicieron necesitó de la acción complaciente de un Congreso cuya mayoría peronista de cualquier signo distorsionó la acción legislativa permitiendo reforzar al ejecutivo en desmedro de las potestades propias del poder legislador.

Juicio político? El mejor juicio político está en las urnas!

Que se vayan todos? Sí, todos los corruptos que no entendieron las responsabilidades que aceptaron y que no asumieron, tomando el camino fácil de usar el pretexto de la gobernabilidad para justificar violaciones a las leyes y a la Constitución Nacional. Si solamente se fueran los que están involucrados en este párrafo, quedarían muy pocos diputados y senadores actuales en el futuro político argentino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

A quienes quieran agregar comentarios les invito a hacerlo de buena fe, en términos correctos y altura intelectual. No discrimino a quienes no piensan como yo.
Tampoco los elogios me harán perder la ecuanimidad.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

ACABO DE LLEGAR.

En realidad siempre estoy llegando.
Y cuando Uds. lleguen me encontrarán aquí, o en otra parte pero cerca.
Nunca me detengo, en realidad siempre estoy yendo.
Detenerse es dejar pasar el tiempo, moverse es despertar el tiempo adormecido.
Al fin y al cabo, adormecerse no está tan mal, pero por esas costumbres repetidas y transmitidas desde que los abuelos eran jóvenes, no hay que quedarse dormido.
Salvo cuando te mandaban a dormir, y uno no quería cerrar los ojos. Vale decir, dormirse no está bien, pero no hay que querer no dormirse.
Esto es lo que hace a la vida incomprensible. Casi todo lo que me gusta y divierte si no está prohibido, al menos está mal visto.

Jorge

Etiquetas