sábado, 18 de abril de 2009

La hora de Cuba - Pepe Eliashev

Barack Obama tiene reservada casi inexorablemente la gloria de ser el presidente de los Estados Unidos al que la historia le reconocerá la recuperación de Cuba. ¿Invadirá la isla con decenas de miles de marines para derrocar al gobierno del Partido Comunista? Ni modo: a La Habana le urge poder comerciar con los EE.UU., algo que el embargo impide desde 1962.

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Tampoco los elogios me harán perder la ecuanimidad.

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ACABO DE LLEGAR.

En realidad siempre estoy llegando.
Y cuando Uds. lleguen me encontrarán aquí, o en otra parte pero cerca.
Nunca me detengo, en realidad siempre estoy yendo.
Detenerse es dejar pasar el tiempo, moverse es despertar el tiempo adormecido.
Al fin y al cabo, adormecerse no está tan mal, pero por esas costumbres repetidas y transmitidas desde que los abuelos eran jóvenes, no hay que quedarse dormido.
Salvo cuando te mandaban a dormir, y uno no quería cerrar los ojos. Vale decir, dormirse no está bien, pero no hay que querer no dormirse.
Esto es lo que hace a la vida incomprensible. Casi todo lo que me gusta y divierte si no está prohibido, al menos está mal visto.

Jorge

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